En un mundo en constante transformación, donde las oportunidades surgen a cada momento, la conectividad se ha consolidado como el motor esencial del progreso. Desde una perspectiva de innovación, es claro que no se puede construir el futuro sin incluir a las nuevas generaciones.
En Altán Redes, gracias a una infraestructura de vanguardia, damos paso a historias de empoderamiento que transforman vidas a través de la conectividad. Una de ellas es la de Kevin, cuya trayectoria conoceremos más adelante.
La Red de los Jóvenes es hoy una realidad concreta que se extiende cada vez a más rincones de México, especialmente considerando nuestro compromiso de llevar conectividad al menos al 92.2 % de la población del país.
Durante décadas, la brecha digital ha limitado el desarrollo equitativo, sobre todo en las comunidades más alejadas del territorio nacional. Sin embargo, la expansión de redes como la nuestra ha comenzado a reescribir esta narrativa.
Al llevar conectividad a zonas que antes permanecían desconectadas, acercamos a las personas, en este caso a los jóvenes, a un universo ilimitado de aprendizaje, oportunidades y crecimiento.
Para los jóvenes que cursan el nivel medio superior, la conectividad puede significar acceso a recursos educativos en línea, plataformas de estudio interactivas, bibliotecas digitales y la posibilidad de estar en contacto con conocimientos que trascienden cualquier obstáculo geográfico.
Baste un dato para ilustrarlo: en 2021, el 60.5% de los alumnos mexicanos de este nivel educativo recurrieron a plataformas y clases virtuales1
Hoy, ya no es un requisito vivir en una gran ciudad para acceder a educación de calidad. En Altán Redes, democratizamos el conocimiento al permitir que los talentos emerjan, sin importar el lugar donde se encuentren.
Nuestra estructura robusta habilita el servicio: es la base sobre la cual se construyen sueños, se desarrollan habilidades y se cierran brechas. Trabajamos con el objetivo de que ningún joven se quede atrás por falta de acceso.
Kevin es un joven mexicano cuya vida cambió gracias a la conectividad. A través de un curso en línea de programación, descubrió una vocación y una herramienta poderosa. Lo que comenzó como una iniciativa personal, originada por la curiosidad, se convirtió en un auténtico motor de transformación para su comunidad.
Kevin adquirió habilidades nuevas y valiosas, que después compartió con otros niños y jóvenes que enfrentaban rezago educativo.
Esta historia cobra aún mayor relevancia al considerar la realidad nacional: 34.8 millones de niños y jóvenes mexicanos, entre tres y 18 años, deberían estar cursando educación obligatoria; sin embargo, el 18% (6.4 millones) no asiste a la escuela.2
Kevin representa a miles de jóvenes que, con las herramientas adecuadas, pueden convertirse en agentes de cambio.
Sin duda, la Red de los Jóvenes es el ecosistema que permite que historias como la de Kevin se multipliquen exponencialmente, creando un efecto dominó de aprendizaje y desarrollo. 2025, Altán Redes ha llevado conectividad a 132 mil 808 localidades con menos de 5,000 habitantes, sentando las bases para que historias como la de Kevin se multipliquen.
Cada clase impartida, videollamada o recurso compartido en línea es un paso hacia la reducción de la desigualdad educativa y la edificación de comunidades más resilientes, capacitadas y conectadas.
La eficacia de la tecnología ha quedado demostrada: en 2021, en un contexto de post pandemia, el 36.1% de la población en nuestro país, de 3 a 29 años registrada en ese ciclo escolar, tomó clases completamente a distancia3, lo que valida el potencial transformador de la conectividad en los procesos de enseñanza-aprendizaje.
En Altán Redes nuestra visión va más allá de proveer un servicio: buscamos forjar un ecosistema donde la educación sea accesible para todas las personas, sin importar su ubicación.
Cuando se facilitan herramientas digitales a jóvenes como Kevin, se fomenta el aprendizaje individual, el liderazgo comunitario y la capacidad de autogestión. Así, la conectividad se convierte en un aula sin paredes, un laboratorio sin limitantes y una biblioteca para estudiantes de todos los niveles.
Gracias a la Red de Todos, los jóvenes pueden acceder a programas de capacitación técnica, prepararse para la universidad o incluso emprender sus propios proyectos, sin restricciones.
En Altán Redes impulsamos esta evolución con el propósito de conectar a las nuevas generaciones con más y mejores oportunidades, mientras avanzamos hacia un futuro más equitativo y lleno de posibilidades para todos.
Fuentes: